La mayor sorpresa tenística de los últimos doce meses se produjo durante el pasado Us Open 2021. La jovencísima británica Emma Raducanu, partiendo de las eliminatorias, consiguió una sensacional victoria, ganando el primer Slam de su carrera y dejando con la boca abierta a todo el mundo del tenis. .
Desde ese día patrocinador, cambio de cifras y una notoriedad que nadie esperaba pero a pesar de ello lo que más sorprende son los resultados posteriores. Emma encontró grandes dificultades y ya no fue capaz de expresar el brillante tenis exhibido en Flushing Meadows.
En una reciente entrevista con el Telegraph, la jovencísima y talentosa tenista habló sobre algunos aspectos de su vida. Aquí están sus palabras: «¿Victoria en el US Open? No le di mucho espacio, justo después de eso, seguí adelante y trabajé hacia mi próximo objetivo.
Siempre trato de estar muy concentrado, al final si lo consigues todo demasiado pronto corres el riesgo de perder la chispa que te lanzó”
Emma Raducanu se dice a sí misma
La británica luego continuó diciéndose a sí misma: «Soy una persona realmente normal, mi madre constantemente me regaña y me llama por las cosas más estúpidas.
Soy una chica normal de 19 años, la diferencia es que solo paso un par de días en casa al mes. Mi dormitorio es un desastre, siempre estoy haciendo las maletas y cuando voy a un torneo mi madre le dice a todo el vecindario.
¿Falta de resultados? Pasa en este deporte, mi idea es jugar todos los torneos que puedo hasta exagerar. Tengo que ser honesto conmigo mismo, ser razonable. A veces necesito una mano, mentalmente este trabajo no es nada fácil pero trato de aprovechar los momentos positivos.
Para mí todo es nuevo pero trato de no deprimirme después de las derrotas. De niña era muy tímida, mi madre me inscribía en baile pero yo era una ‘marimacha’, prefería ver carreras y motores que bailar o pintarme las uñas, luego apareció el tenis y me di cuenta que podía ser buena.
La ayuda de la LTA fue fundamental y ahora es bueno que mi historia esté influenciando a tantos niños y niñas a agarrar una raqueta. Recuerdo que cuando era pequeño solía vencer a los niños en el tenis y por eso pensaba que era bueno.
Por supuesto, nunca pensé que dedicaría toda mi carrera a este deporte. Mi madre quería que continuara mis estudios, pero siempre pensé que podía hacer ambas cosas. Sin tenis ahora estaría en la universidad»