Rafael Nadal escribió otra página en la historia del tenis al ganar Roland Garros por decimocuarta vez. El fenómeno español, que había llegado a París con un sinfín de dudas, no dejó a Casper Ruud sin opciones en la final y logró el 22º Grand Slam de su carrera.

Después de ganar el Abierto de Australia a principios de este año, el hombre de 36 años de Manacor se ha extendido aún más sobre Roger Federer y Novak Djokovic en el ranking de todos los tiempos. Rafa superó a Nole en cuartos de final en París, luciendo una excelente actuación y aprovechando los pases vacíos de su rival.

En la rueda de prensa, el ibérico expresó toda su alegría por el éxito en la Porte d’Auteuil, pero destacó la necesidad de encontrar una solución para paliar el dolor de su pie. Nadal jugó Roland Garros en condiciones precarias y no tiene planes de jugar los próximos torneos bajo anestesia.

Recordamos que el mallorquín padece el síndrome de Muller-Weiss, que le fue diagnosticado allá por 2005. En una reciente entrevista al diario ‘Blick’, Walter O. Frey -que se ocupa de medicina deportiva- analizó la situación de Rafa.

El pie de Rafa es preocupante

“Rafael Nadal ha tenido que lidiar con el dolor de pies durante muchos años. Consiguió paliar los síntomas del síndrome de Muller-Weiss gracias al uso de plantillas ortopédicas. Este remedio lo ayudó y le permitió seguir siendo tenista profesional”, explicó Frey.

“Sin embargo, al ser una enfermedad degenerativa, las plantillas ortopédicas ya no son suficientes en algún momento. A medida que avanza la enfermedad, el dolor se vuelve casi insoportable y también afecta la vida cotidiana.

Sólo la cirugía puede resolver el problema. Al mismo tiempo, una intervención de este tipo hace que sea muy difícil seguir practicando deporte a un alto nivel ”- agregó. Nadal aún no ha decidido si participará o no en Wimbledon, que arranca el lunes 27 de junio en Church Road. El español ha revelado que se someterá a un nuevo tratamiento esta semana.