Solo conocemos un gorila blanco en el mundo, aquí está

Reportaje Gabriel Conesa – Jorge Sabater – Philippe Le Tellier

“¡Nfum Ngui! (“¡Un gorila blanco!”) En Nko, un pueblo perdido en la selva africana, cuenta la leyenda que los magos muertos se reencarnan en gorilas. Antes, vimos quince o veinte siluetas negras. Un disparo: cae una masa oscura. El hombre de la pistola se acerca. En la noche, muy cerca de la hembra que acaba de matar, gime una pequeña bola de nieve. Cinco días después, el curador del zoológico Ikunde (Rio Muni) cablegrafió a Barcelona: “Hemos capturado al primer gorila blanco del mundo, es un huérfano de dieciocho meses. »

Para el pequeño fenómeno, todas las semanas: visita médica obligatoria

“Es un niño difícil. Tiene bronquios frágiles y está muy nervioso”, habla la madre adoptiva de Copito. Un mes después de su captura, la cría de gorila blanco partió de la Guinea española rumbo a Barcelona. Al bajarse del avión lo esperaba el director del zoo de Barcelona y su adjunto, el doctor Luera. Un examen médico era esencial. “Me lo llevo a casa”, dice el Dr. Luera Minutos después, su esposa, María García, decidió adoptar al “paciente”. Primera observación del Dr. Luera: “Hay que ponerlo a dieta, come demasiado para su edad. » Menú de hoy de Copito: yogur y galette para desayunar. Un kilo de plátanos y media libra de manzanas o peras para el almuerzo. Jaleas de frutas, pollo o jamón York para la cena. “Pero, dice María García Lucra, en cuanto le doy la espalda, se pone a husmear en el frigorífico. Copito, a pesar de la dieta impuesta, se ha adaptado a la perfección al estilo de vida de los hombres. Solo una cosa le resulta insoportable: el teléfono. Ya ha roto dos