La Corte Suprema revocó Roe v. Wade, quien había legalizado el derecho al aborto a nivel federal en los Estados Unidos desde 1973.
Una decisión histórica. El viernes, la Corte Suprema de los Estados Unidos revocó el caso Roe v. Wade, quien en 1973 legalizó el derecho al aborto a nivel federal en los Estados Unidos. El anuncio no sorprende ya que el mes pasado, el sitio Político publicó el borrador de la decisión judicial, una primicia para la Corte Suprema, en la que siempre se respeta el secreto de las decisiones hasta la publicación del resultado. Como en la decisión filtrada el mes pasado, el juez conservador Samuel Alito justifica esta decisión por la ausencia de mención del aborto en la Constitución de 1787 y así traslada la responsabilidad a los estados. Resultará en la prohibición del aborto, con más o menos condiciones, en la mitad de los estados americanos. Tres estados ya han adoptado «leyes de activación», leyes listas para ser aplicadas tan pronto como se publique la decisión de la Corte Suprema: Idaho, Tennessee y Texas. Otros diez (Arkansas, Kentucky, Louisiana, Mississippi, Missouri, North Dakota, Oklahoma, South Dakota, Utah y Wyoming) tienen procesos simples (retraso de 30 días, firma del abogado del estado) pero pueden actuar extremadamente rápido.
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El fallo dado a conocer el viernes es una respuesta a la revisión de una ley aprobada el año pasado en Mississippi, que prohíbe la mayoría de los abortos a partir de la semana 15 de embarazo, excepto en casos de malformación fatal o riesgo para la vida de la mujer embarazada, uno de los muchos leyes destinadas a reducir o incluso eliminar el derecho al aborto en varios estados conservadores en los últimos años.
Este gran revés para la emancipación de la mujer es consecuencia directa de la composición de la Corte Suprema: durante sus cuatro años en la Casa Blanca, Donald Trump pudo nombrar a tres jueces de los nueve que integran el máximo tribunal de Estados Unidos Unidos. Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett son jueces conservadores, cuyo nombramiento fue visto por los opositores al aborto como una victoria y la promesa de poner fin a Roe v. Vadear. Su confianza es tal, como nos explicó el año pasado Mary Ziegler, profesora de derecho en la Universidad de Florida Law y experta en el tema, que «los activistas antiaborto ya están pensando en el post-Roe y [veulent] pedir el reconocimiento de un derecho a la vida, para que la Constitución considere al feto o al niño por nacer como persona, que tiene derechos que harían inconstitucional el aborto”.
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