Durante todos estos años, Kathleen Buhle se ha mantenido tras bambalinas. La madre de 50 años de las tres hijas de Hunter Biden rompe este silencio en un libro «If We Break: A Memoir of Marriage, Addiction and Healing», en el que recuerda su matrimonio con el hijo de Joe Biden, marcado por la lucha. de Hunter Biden contra la adicción y los problemas económicos por los que pasaron. “Yo avestruce”, admitió Kathleen Buhle, refiriéndose a sus dificultades. “Es vergonzoso decir que entregué todo el control financiero a mi esposo. Me gustaban las cosas bonitas. Y no quería pensar en su costo”, explicó en el programa “Good Morning America”.

En su libro, según extractos publicados por «Vanity Fair», Kathleen Buhle fecha el comienzo de las adicciones de su exmarido en 2001, cuando era empleado de una empresa de cabildeo. “Vi su forma de beber pasar de mundano a problemático. Ver cuánto podía beber me asustó… Por primera vez, no confiaba en mi esposo”. Dos años después, Hunter Biden ingresó a rehabilitación por primera vez, antes de recaer siete años después, mezclando alcohol y drogas. A pesar de sus esfuerzos, esta recaída, agravada por el dolor por el diagnóstico de cáncer de Beau Biden, parece haber vencido a su pareja, además de las infidelidades de su marido.

“El divorcio fue duro para todos porque éramos muy unidos, pero nos unimos por el amor a mis hijas, y siempre estaré agradecida por eso”, continuó, al ser consultada sobre los lazos con sus suegros Joe y Jill Biden, quien será la anfitriona de la boda de su hija Naomi el próximo noviembre, que tendrá lugar en la Casa Blanca. Sobre todo porque unos meses después de su divorcio, a la mujer de 50 años le diagnosticaron cáncer de colon: «Cuando me dijeron que tenía cáncer, en unos minutos pensé: ‘No puedo creer que estaba molesta’. por el divorcio». Ahora se recuperó de la enfermedad y comenzó un club para mujeres trabajadoras, que abrirá en septiembre en Washington.